La Terapia Biodinámica Craneosacral es un enfoque tradicional y a la vez innovador para el bienestar y la salud que destaca por su filosofía central:
Enfocarse en la salud, más que en la enfermedad.
Este principio se basa en el reconocimiento de que aquello en lo que enfocamos nuestra atención tiene el potencial de crecer y fortalecerse, influyendo de manera significativa en nuestras vidas.
Para entenderlo mejor, necesitamos tomar un momento para observar cómo se ha formado y evolucionado nuestro sistema nervioso. A lo largo de millones de años, el sistema nervioso se ha entrenado sobre todo en la supervivencia en mantener la vida y detectar el peligro para tratar de evitarlo. Este enfoque hacia la preservación de la vida, aunque necesario para la supervivencia, nos ha orientado hacia la detección de problemas y aquello que no funciona, más que hacia una actitud proactiva de construcción de lo que nos aporta paz y salud.
Claro está, la vigilancia constante que se origina en nuestro cerebro primitivo, que se enfoca en los riesgos y peligros, no es algo que debamos anular. Este instinto protector, basado principalmente en las funciones del sistema límbico, sigue siendo esencial en la sociedad moderna. No obstante, aunque hoy día la mayoría de nosotros no tiene que preocuparse por la amenaza de un león o una serpiente, ese estado de alerta inconsciente sigue presente, a menudo enfocado en detectar lo que no funciona en lugar de lo que sí funciona.
La terapia Biodinámica Craneosacral propone un enfoque distinto. No busca anular esa parte vigilante, sino equilibrarla, potenciando aquel aspecto de nosotros que anhela desarrollarse y expresarse con plenitud. Nuestra salud y bienestar no son solo la ausencia de enfermedad, sino también la presencia de vibrante vitalidad, plenitud y paz interna.
¿Cómo logramos esto? La respuesta está en el poder del enfoque y la atención. Necesitamos empezar a equilibrar la balanza, enfocándonos en todo lo que sí funciona, en lo que nos gusta, en lo que nos hace sentirnos bien. Al poner nuestra atención en lo positivo y mantenerla en el tiempo, nuestro inconsciente empieza a reconocer esto como una prioridad.
Podríamos imaginar que le estamos diciendo a nuestro cerebro: “esto me interesa mucho. De toda la información que recibes y procesas, quiero que empieces a mostrarme más de todo eso que me ayuda a sentirme saludable y feliz”. Al hacerlo, estamos utilizando la increíble capacidad de plasticidad de nuestro cerebro para adaptarse y cambiar según nuestras necesidades y prioridades.
Esto no solo es una teoría; existen investigaciones científicas que apoyan este enfoque. La Neurociencia nos ha demostrado que nuestro cerebro tiene una capacidad asombrosa para cambiar y adaptarse, un fenómeno conocido como neuroplasticidad.
Cada vez que repetimos un pensamiento o una acción, estamos reforzando las conexiones neuronales asociadas, lo que facilita su repetición en el futuro.
La terapia Biodinámica Craneosacral, al promover una atención intencional hacia lo positivo, puede ayudar a redirigir nuestra atención y construir nuevas rutas neuronales que se centren en lo que es bueno y saludable en nuestras vidas.
Además, el enfocarnos en la salud y no en la enfermedad nos permite explorar y descubrir las numerosas formas en que nuestro cuerpo y mente ya están funcionando bien. Al hacerlo, fomentamos un sentido de gratitud y apreciación que tiene el potencial de reducir el estrés y promover el bienestar.
Este enfoque proactivo nos invita a ser participantes activos en nuestro propio camino hacia la salud. No es ignorar los problemas o las dificultades, sino más bien, dar a nuestra mente y cuerpo el tiempo y el espacio para reconocer y potenciar lo que está funcionando correctamente.
Entonces, ¿cómo se aplica esto en una sesión de Terapia Biodinámica Craneosacral?
En cada sesión, el terapeuta proporciona un espacio seguro y de apoyo para que el cliente explore su experiencia de salud y bienestar. El terapeuta se enfoca en la escucha y en la sensibilidad a las señales de salud en el cuerpo del cliente, en lugar de centrarse exclusivamente en los síntomas o áreas problemáticas.
Esta escucha se realiza en distintos niveles, incluyendo el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y el sistema nervioso autónomo (encargado de las respuestas automáticas y de supervivencia). La terapia, al ser sutil y no intrusiva, permite al cuerpo expresar y liberar tensiones y patrones restrictivos de manera segura.
La Terapia Biodinámica Craneosacral es más que un tratamiento; es una filosofía de vida que nos enseña a apreciar y celebrar nuestra salud.
Nos invita a cambiar la narrativa de nuestra vida, poniendo el foco en lo positivo, reconociendo la belleza de nuestra existencia y fomentando la plenitud y la paz interna.
En conclusión, si queremos vivir una vida plena y saludable, es necesario que equilibremos nuestro enfoque. En lugar de centrarnos solo en lo que está mal o podría salir mal, necesitamos también dar espacio y atención a lo que está yendo bien, a lo que nos gusta, a lo que nos hace sentirnos bien. De esta manera, no solo estamos sobreviviendo, sino prosperando, disfrutando plenamente de la vida y de la salud que tanto valoramos.
Así, la Terapia Biodinámica Craneosacral nos brinda las herramientas para este cambio de paradigma, permitiéndonos reprogramar nuestro sistema nervioso hacia un enfoque de salud y bienestar, abriendo las puertas a una vida más rica, plena y equilibrada.
Cuanto más se potencia la salud, más sencillo resulta alejar la enfermedad.
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