Una tarde cualquiera de 1920, en la sala de espera del Dr. ,varios políticos, intelectuales y artistas dialogaban amigablemente sobre la importancia de las humanidades.

Mientras, en la consulta del médico, un paciente permanecía sentado frente a él. Parecía incómodo, inquieto, como si las palabras se le atascasen en la garganta.

El doctor, sin prisa alguna, se acomodó en su silla y lo observó con calma. No abrió ningún cuaderno. No preguntó nada. Simplemente lo miró suavemente y esperó.

Pasaron varios minutos, largos y tensos.

El paciente comenzó a hablar. Al principio, frases cortas, sin rumbo. Luego, como si algo se desbloqueara, las palabras empezaron a fluir.

Marañón escuchó en silencio, asintiendo suavemente de vez en cuando.
Finalmente, tras una pausa profunda, el paciente terminó su relato.

Entonces, el doctor le dijo algo que jamás olvidaría:

“¿Te das cuenta? Todo lo que necesitabas ya estaba dentro de ti. Yo solo me senté aquí, a escucharte.”

Años después, un periodista le pregunto en el hospital, al Dr. Gregorio Marañón cuál era el mejor avance científico para ayudar a los pacientes.

El doctor, conocido por su inmensa sabiduría y sencillez, hizo algo inesperado. No señaló ningún sofisticado aparato médico ni mencionó avances tecnológicos.

En su lugar, señaló una silla

“Es esta. El mejor instrumento para contribuir a la salud del ser humano, es una silla. Porque aquí puede el medico sentarse a escuchar y a tocar a su paciente.”

El periodista quedó desconcertado.

¿La silla?

¿Por qué no los rayos X o el electrocardiograma?

Marañón, con la calma que lo caracterizaba, explicó:

“La ciencia necesita tecnología, sí. Pero la verdadera curación comienza cuando el médico escucha al paciente y lo toca, cuando lo acompaña y le ayuda a reconectar consigo mismo.”

Esa lección marcó a muchos, y sigue siendo relevante hoy.

En un mundo lleno de ruido, ¿cuántas veces nos tomamos el tiempo para sentarnos, escucharnos y conectar con lo que realmente importa?

¿Y tú?

¿Cuánto tiempo hace que no te escuchas de verdad?

¿O que no encuentras a alguien que te escuche sin prisa?

¿O que le ofreces tu escucha sincera a otra persona?

Vivimos en un mundo acelerado, donde es fácil olvidarse de lo esencial. Pero, como enseñaba Marañón, la salud, el equilibrio y el bienestar comienzan cuando nos permitimos ese momento de pausa.

Esta reflexión me llevó a crear esta newsletter.

Un espacio que, cada semana, será como esa silla del Dr. Marañón: un lugar para detenerte, escuchar(te) y reconectar con lo más importante.

¿Qué encontrarás aquí?

Cada jueves, a las 11:11, recibirás un correo que te invite a reflexionar, aprender y cuidar de ti mismo, y, por qué no, también de quienes te rodean.

En cada mensaje, exploraremos juntos temas como:

• Crecimiento personal: Cómo despertar tus dones ocultos y descubrir
tu verdadero potencial.

• Salud: Claves prácticas para cuidar de tu cuerpo y de tu bienestar.

• Espiritualidad: Reflexiones que te ayudarán a mirar hacia adentro y
reconectar con lo esencial.

• Terapia Biodinámica Craneosacral: Una herramienta poderosa
para escuchar el lenguaje silencioso de tu cuerpo y responder con
equilibrio.

Te contaré historias, compartiré aprendizajes y caminaremos juntos por lo
que llamo el Sendero del Dragón.

Un lugar para crecer juntos

No es solo una newsletter.

Es un espacio para inspirarte, para reconectar contigo mismo y para cuidar tu salud en todos los niveles: físico, emocional y espiritual.

Y lo mejor: si te gusta, te quedas. Si no, puedes darte de baja en cualquier momento.

Apúntate aquí para comenzar este viaje

¿Y si esta newsletter pudiera ser tu silla?

Un lugar donde te sientes, sin prisas, a escucharte y a descubrir lo que realmente necesitas.

Porque a veces, lo único que nos falta es un momento de tranquilidad.

Un momento para mirar hacia adentro y conectar con esa fuerza que siempre ha estado ahí.

Si eso resuena contigo, te invito a dar el primer paso.

Apúntate aquí y comienza el viaje

Imagina tener cada semana un espacio, un tiempo, solo para ti.

Un momento para detenerte, reflexionar y recordar que dentro de ti ya tienes todo lo que necesitas.

Aunque a veces no lo encuentres.

No es fácil hacerlo en medio del ruido del día a día, pero juntos podemos encontrar esa armonía.

¿Te animas?

Si todo esto te interesa, da el siguiente paso ¡Apúntate!

Un abrazo cordial y que tengas un hermoso día