VALENTÍA DE GUERRERO, CORAZÓN DE SANADOR

«Un Viaje Épico Hacia la Esencia: Tu camino Te Aguarda»

Prólogo

Estimado/a lector/a:

Como Eledrin, el protagonista de nuestra historia, te escribo desde una ermita remota, escondida entre pinos frondosos. Desde aquí, donde con facilidad se escucha el silencio bondadoso que acompaña a toda la existencia, me aventuro a escribir unas líneas a modo de Prólogo. Desde este lugar te comparto mi fascinación por este apasionante viaje que Javier de María nos ofrece a través del audaz protagonista de esta historia.

Cuando Javier me propuso hacer el prólogo de su historia, presto acepté la invitación. Por experiencia propia sé que todo lo que sale de las manos de Javier es un buen reflejo de su corazón. Esa conexión tan íntima que tiene entre sus manos y su corazón le hace sin duda brillar en las principales disciplinas en las que se ha especializado, como el Aikido y la Terapia Craneosacral. Este maestro se encuentra entre los pioneros de ambas disciplinas en nuestro país y cuenta con numerosos reconocimientos nacionales e internacionales por su desempeño en las mismas. Todo lo que desarrolla en estas disciplinas es sinónimo de calidad, humanidad y excelencia.

Acepté la invitación a escribir este Prólogo con una mezcla de curiosidad e intriga. Aunque conocía su afición por la escritura, no sabía hasta qué nivel podía llegar a sorprenderme. Y confieso que lo ha hecho. Parece ser que a Javier se puede aplicar lo que en su momento a Miyamoto Mushashi. Dicen de este virtuoso samurái que, tras pasar toda una vida entregado día y noche exclusivamente al entrenamiento de la espada japonesa, llegó a un momento de revelación mística. Tras ese momento expandió sus horizontes artísticos a todo tipo de artes, como la escritura, la herrería, la carpintería o la pintura. Según él relataba, una vez que a través de un arte hemos llegado a tocar la esencia de la existencia, desde ese lugar podemos llegar a tener la habilidad de captar rápidamente la esencia de cualquier arte y convertirnos en un maestro del mismo.

Esta profunda enseñanza del mítico samurái parece encontrar respaldo en esta obra que tienes en tus manos. Con gran pericia y genialidad Javier ha conseguido crear una auténtica obra maestra —según mi humilde parecer—, dentro del género de los clásicos de caballería o relatos metafóricos sobre el camino espiritual como podría ser El Caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher.

También en este bello arte de la escritura las manos de Javier han sido capaces de transmitir la sabiduría e ingenio de su corazón. Además, su estilo de escritura refleja también una característica de su Aikido y de su forma de hacer y transmitir la terapia. Cuando lleva a cabo estas disciplinas las hace desde la humildad y desde la sencillez. Trata de depurar y sintetizar cada técnica, por compleja que sea, para que entre la complejidad se deje ver el silencio bondadoso que da vida a toda la existencia. Diría que esto es lo más importante de su enseñanza. Ya sea en Aikido o en terapia, en sus clases o sesiones rezuma un silencio acogedor que parece salir de lo más profundo de la existencia.

También en este relato se pueden reconocer estas características del estilo de Javier. A medida que entres en el relato, irás cruzando una puerta invisible que te situará en un ambiente casi mágico. Esta realidad onírica sin duda evocará muchas emociones e intuiciones. Casi diría que consciente o inconscientemente este relato está hecho ex professo para hacer aflorar todas estas sensaciones y aprendizajes, además de para hacerte pasar un rato de agradable lectura, por supuesto. Sin embargo, como sucede en sus clases, estoy seguro de que todo aquello que emerja encontrará su propia forma de ser integrado dentro de este ambiente casi mágico en el que te sumergirás al leer esta obra y del que seguro saldrás renovado/a.

Cada tramo del viaje, cada metáfora, cada pequeño detalle de la obra están orientados a sintetizar una gran enseñanza fruto de años de estudio y trabajo sobre sí mismo que ha realizado Javier. Por eso esta obra es de gran valor, porque no sale solo de una imaginación y creatividad privilegiadas, sino que condensan en forma de relato toda una vida de compromiso completo con el crecimiento personal, y especialmente con la terapia.

De hecho, hasta donde yo sé, este libro es pionero en traducir a un relato mítico la esencia misma de la práctica terapéutica. Hasta donde yo puedo saber, nadie en la historia de la literatura lo ha hecho antes. Por este motivo auguro que este libro se convertirá en un libro imprescindible para las personas que quieran conocer los principios esenciales que subyacen a la práctica terapéutica. Libros sobre técnicas terapéuticas abundan; no así libros que traten los principios filosóficos y fundamentales del quehacer terapéutico. Y menos aún que los contengan en la forma de un relato metafórico que puede leer cualquier tipo de público y que fascinará especialmente a los más pequeños de la familia.

En este libro encontrarás múltiples enseñanzas, indicaciones y sutilezas prácticas que pueden ayudarte a ser un mejor terapeuta, artista marcial o sobre todo, mejor persona. Es un relato y a la vez un tutorial de cómo perseguir tus sueños, de cómo ser fiel a ti mismo/a y, al hacerlo, iluminar tu vida y la de tus semejantes.  De cómo cualquier cosa que nos sucede, también las desagradables, tiene algo que enseñarnos; de cómo podemos elegir libremente la libertad y la sabiduría; de cómo el mal no es otra cosa que ignorancia, lo cual nos reconcilia con el mundo y sus situaciones, en ocasiones, injustas. También, es, entre otras cosas, un canto a la posibilidad de vivir en paz con nuestras imperfecciones, con nuestras sombras.

No quiero desvelarte más de esta fascinante historia y desde mi retirado rincón te envío mis mejores deseos para que esta obra sea de tanta utilidad y diversión como lo ha sido para mí.

José Luis Poveda,

Ldo. en Filosofía.

Especializado en meditación, terapia individual y filosofía oriental

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